
AC Milan conquistó un triunfo de peso en San Siro tras imponerse 1 - 0 a la Roma en un encuentro marcado por la intensidad, las polémicas y un penalti fallado por Paulo Dybala. Con este resultado, el equipo de Massimiliano Allegri se consolida en la parte alta de la Serie A y refuerza su candidatura al título, mientras los giallorossi se marcharon frustrados por haber dejado escapar una oportunidad clara de sumar ante un rival directo.
La Roma comenzó el partido presionando desde el primer minuto. Bryan Cristante y Dybala probaron suerte con remates que exigieron al arquero Mike Maignan, mientras Matías Soulé aportaba dinamismo en el frente ofensivo. Sin embargo, el Milan resistió el empuje inicial y poco a poco se adueñó del balón gracias a la experiencia de Luka Modric y la explosividad de Rafael Leão.
El único gol del encuentro llegó al minuto 39. Leão desbordó con potencia por la banda, envió un pase raso al corazón del área y Strahinja Pavlovic apareció para definir con zurda y vencer al portero rival. El 1 - 0 reflejó la superioridad que el Milan había alcanzado en la recta final del primer tiempo, con una grada encendida que reconoció la entrega del equipo. Con esa mínima ventaja, los rossoneri se fueron al descanso controlando el ritmo del juego.
En la segunda mitad, la Roma adelantó líneas y el partido se volvió más físico. Leon Bailey y Lorenzo Pellegrini ingresaron para refrescar el ataque visitante, mientras Allegri reforzó la media cancha con Fofana y Ricci para mantener el equilibrio. La ocasión más clara del complemento la tuvo Christopher Nkunku, quien al 50 estrelló un disparo en el poste tras una gran asistencia de Modric, en lo que pudo ser el segundo tanto milanista.
El momento de mayor tensión llegó al minuto 80. Fofana cometió mano dentro del área y el árbitro, tras revisar la jugada en el VAR, marcó penalti. Dybala tomó la responsabilidad, pero Maignan adivinó el lado y detuvo el disparo, confirmando su condición de figura en los momentos decisivos. La atajada del guardameta francés desató la ovación de San Siro y frenó por completo la reacción romanista.
Con el marcador a favor, el Milan se replegó y defendió con orden. Las lesiones de Saelemaekers y Leão obligaron a Allegri a mover su banquillo, dando ingreso a Loftus-Cheek y Tomori para cerrar espacios. Roma lo intentó con balones al área y disparos lejanos, pero ni Ndicka ni Dovbyk pudieron superar a una defensa que se mantuvo firme hasta el pitazo final.
El duelo también dejó la ausencia destacada de Santiago Giménez, quien no apareció ni en la banca debido a una molestia en el tobillo derecho. En la previa, Allegri había confirmado que el delantero mexicano no estaba recuperado y evaluaría su regreso para el duelo ante Parma, programado para el 8 de noviembre en el Ennio Tardini. También estuvo fuera Christian Pulisic, todavía en rehabilitación por una lesión en el tendón de la corva sufrida en la última Fecha FIFA.
Con este resultado, el Milan demuestra su capacidad para competir pese a las bajas y reafirma su fortaleza como local. La Roma, en cambio, se marchó con la amargura del penal fallado y la sensación de haber dejado escapar un punto valioso. Allegri volvió a mostrar su oficio desde la banca y, con una plantilla mermada, consiguió mantener a su equipo entre los protagonistas de la Serie A.