
UFC 321 prometía dos cinturones y grandes historias en el Etihad Arena de Abu Dabi, y las entregó… aunque no como el público esperaba. La pelea por el título de peso pesado entre Tom Aspinall y Ciryl Gane terminó en no contest luego de un piquete de ojos del francés, que dejó al campeón inglés sin visión suficiente para continuar. Entre abucheos, Aspinall abandonó el octágono con el fajín aún en su poder, tal como dictan las reglas cuando un combate titular no arroja resultado.
La escena final fue tan tensa como el propio asalto: Gane (abucheado con fuerza) pidió disculpas y dejó en el aire un deseo de revancha inmediata. En los breves minutos que duró el pleito, el parisino alcanzó a provocar una hemorragia nasal en el monarca, pero nada de eso contará en el récord. A la espera de lo que decida la UFC, el cierre fue tan abrupto como frustrante.
El desenlace, histórico por lo inusual, dejó una marca estadística: se trata apenas de la segunda pelea por campeonato en la historia de la UFC que termina sin resultado, y la primera vez que se declara no contest en la misma noche. La referencia inevitable es el Jones vs. Cormier, invalidado posteriormente por un positivo del entonces campeón. En Emiratos Árabes, en cambio, todo ocurrió en tiempo real, y con el título pesando todavía sobre el hombro de Aspinall.
La coestelar sí coronó una reina. Mackenzie Dern (16-5) se proclamó campeona de peso paja al vencer por decisión unánime a Virna Jandiroba (22-4) en una batalla tan técnica como intensa (48-47, 48-47 y 49-46). Aunque ambas son especialistas en grappling, el duelo se decidió arriba: Dern impuso ritmo con su boxeo y, cuando fue llevada al piso, castigó desde la guardia con volumen y precisión que inclinaron la balanza en los asaltos cerrados. Lágrimas, alivio y cinturón para la estadounidense de raíces de jiu-jitsu.
Umar Nurmagomedov (19-1) regresó a la senda del triunfo con una decisión unánime sobre Mario Bautista (30-27, 30-27, 30-27). Fue una victoria trabajada: el ruso debió sobrevivir a un intento serio de sumisión en el primer asalto y a una mano peligrosa en el segundo antes de imponer su lucha y control. El resultado lo mantiene en la conversación de la élite gallo, aunque sin el “espectáculo” que, según se dijo, le exigía la directiva para precipitar una revancha con Merab Dvalishvili.También en los pesos pesados, Alexander Volkov (39-11) se impuso por decisión dividida a Jailton Almeida (29-28, 28-29, 29-28) en un combate parejo y áspero que dejó debate abierto. El ruso resistió tramos de castigo y encontró argumentos para convencer a dos jueces, victoria que lo mantiene en la órbita del título, aunque sin despejar del todo las dudas sobre su prioridad en la fila.
Las preliminares también dejaron huella. Quillan Salkilld firmó el K.O. de la noche con una patada alta a Nasrat Haqparast a los 2:30 del primer asalto; Ikram Aliskerov superó por decisión unánime a Jun Yong Park con Khabib Nurmagomédov en su esquina; y Ludovit Klein derrotó por decisión mayoritaria a Mateusz Rebecki en una auténtica guerra que el eslovaco terminó ¡con el tobillo roto! Además, Chris “El Maño” Barnett extendió su mala racha al caer ante Hamdy Abdelwahab por unánime, y Nathaniel Wood se impuso con claridad a José Delgado.El saldo global del UFC 321 mezcla consagración y polémica: Dern inaugura una nueva era en las 115 libras tras una pelea de alta escuela, mientras que el peso pesado se queda sin veredicto por un error tan grave como recurrente en 2025. La pregunta que queda flotando es inevitable: ¿ordenará la UFC la revancha Aspinall vs. Gane de inmediato para cerrar el capítulo, o moverá fichas en una división que pide certezas? Tras Abu Dabi, el debate está tan activo como el calendario.