Tyrese Haliburton escribió su nombre en letras doradas en la historia de los Indiana Pacers. El base convirtió el tiro decisivo con apenas 0.3 segundos en el reloj y selló la victoria 111 - 110 sobre el Oklahoma City Thunder en el Juego 1 de las Finales de la NBA 2025, disputado en el Paycom Center.
El encuentro fue un duelo emocionante de principio a fin. Oklahoma City dominó el marcador desde el primer doble anotado por su estrella, Shai Gilgeous-Alexander y nunca estuvo en desventaja... hasta el cierre. Pero cuando todo apuntaba a una victoria local, apareció Haliburton, con sangre fría, para transformar el guion del juego y desatar la euforia del banco visitante.
Durante gran parte del partido, Haliburton fue contenido por la intensa defensa del Thunder. Luguentz Dort y Alex Caruso lo persiguieron por toda la cancha, bloqueando caminos y obligándolo a forzar tiros. Sin embargo, el base nunca se fue mentalmente del juego.
Con 14 puntos (6 de 13 en tiros de campo) y 10 rebotes, Haliburton firmó un doble-doble, pero no fue eso lo que lo convirtió en el héroe del partido. Fue ese tiro en suspensión, limpio, que silenció a miles en la arena. Una imagen que quedará grabada en la memoria colectiva de los aficionados a este deporte.
Con ese lanzamiento, Haliburton se unió a un club muy selecto: en los últimos 30 años, solo Hakeem Olajuwon (1995) Michael Jordan (1997) y ahora él, han anotado un tiro ganador en Finales de la NBA.
Indiana volvió a demostrar que está lejos de ser el rival accesible que muchos esperaban. Como en las series anteriores frente a Milwaukee, Cleveland y los Knicks, los Pacers supieron resistir, ajustar y golpear en el instante más importante. Esta vez, ante el gran favorito del Oeste, confirmaron que van en serio por el título.
El Juego 2 de la serie está programado para este fin de semana, nuevamente en Oklahoma City. Pero con el primer golpe dado, y con un líder inspirado como Haliburton, los Pacers ya demostraron que están dispuestos a romper todos los pronósticos.