Por primera vez en 25 años, los Indiana Pacers regresan a la serie definitiva, donde se enfrentarán a los Oklahoma City Thunder. Ambos equipos buscan coronarse por primera vez campeones de la liga más competitiva del baloncesto mundial, en una temporada que ha demostrado una igualdad impresionante, con siete campeones diferentes en siete años.
Los Pacers, liderados por Tyrese Haliburton y Pascal Siakam, llegan con la ilusión de repetir la historia que marcaron en 2000, cuando alcanzaron su única final hasta la fecha. Desde entonces, Indianápolis ha mantenido una base sólida y equilibrada, mezclando juventud con experiencia para superar a rivales de gran calibre como los Knicks y Cleveland en el Este. La versatilidad y profundidad de su plantilla les convierten en un equipo difícil de predecir y capaz de plantar batalla en cualquier cancha.
Por su parte, el Oklahoma City Thunder llega como claro favorito. Tienen en Shai Gilgeous-Alexander, el base canadiense que ha brillado con luz propia durante toda la temporada, a su máximo líder y en gran medida, sus posibilidades de coronarse dependen de que´tenga una buena Serie Final. Junto a él, figuras como Chet Holmgren, Jalen Williams y Alex Caruso forman un bloque potente, con amplia capacidad ofensiva y defensiva.
Ambos equipos llegan a esta final tras superar distintas adversidades. Los Pacers tuvieron que lidiar con la dura resistencia de los Knicks en una serie de la Conferencia Este marcada por una gran defensa y decisiones tácticas destacadas.
Un dato curioso y significativo es el origen compartido de las estrellas que lideran a ambos equipos. Haliburton y Gilgeous-Alexander llegaron a sus actuales franquicias tras una serie de traspasos iniciados en 2017, que involucran a Paul George y Domantas Sabonis. Esta coincidencia añade un componente extra de rivalidad y estrategia a la serie, pues ambos jugadores son ahora las piezas clave de sus equipos para alcanzar el anillo.
Las apuestas colocan al Thunder como favorito, en parte por su mejor récord en la temporada regular (68 victorias contra 50 de los Pacers) y sus triunfos previos en los enfrentamientos directos. Sin embargo, Indiana ha demostrado ser un equipo que rinde mejor en los momentos decisivos, con un estilo de juego más coral y un equilibrio que podría complicar los planes de Oklahoma City.
El duelo promete ser un choque de estilos entre la juventud explosiva y talento ofensivo del Thunder contra la solidez, experiencia y defensa aguerrida de los Pacers. Con bases de la talla de Haliburton y Gilgeous-Alexander al frente, las finales se perfilan como una batalla táctica y física, que seguramente dejará momentos inolvidables para los amantes del baloncesto.
Por parte de los Pacers, Pascal Siakam fue su mejor anotador durante la temporada regular con un registro de 20.2 unidades por encuentro, seguido de cerca por Haliburton con una media de 18.6. El mismo Siakam fue el líder reboteador de su escuadra con 6.9 tapas recuperadas por encuentro, mientras que Myles Turner también aportó 6.5 rebotes por partido. Finalmente, Haliburton fue por mucho el mejor asistidor de su equipo, y uno de los mejores de la liga, al promediar 9.2 asistencias por encuentro.
Shai Gilgeous-Alexander fue de lejor el mejor anotador del Tunder con una media de 32.7 puntos por encuentro, liderando así a toda la NBA. Jalen Williams también fue un pilar de la ofensiva de su equipo gracias a un promedio anotador de 21.6 unidades. En cuanto a rebotes, Isaiah Hartenstein fue quien comandó a los suyos gracias a sus 10.7 tapas recuperadas, seguido de cerca por Chet Holmgren quien promedió 8.0 rebotes. Finalmente, Gilgeous-Alexander también comandó a los suyos en asistencias con un promedio de 6.4 por partido.
Con el inicio programado para este jueves, las miradas estarán puestas en cómo ambos equipos desplegarán sus fortalezas y estrategias para alcanzar la gloria. Indiana y Oklahoma City tienen en sus manos la oportunidad de hacer historia y coronarse campeones en una temporada que ha estado llena de sorpresas y emociones al límite.