Janibek Alimkhanuly ofreció una actuación impecable ante su público, defendiendo con éxito sus títulos mundiales del peso mediano de la FIB y la OMB al noquear en el quinto asalto al retador francés Anauel Ngamissengue. En una noche organizada por Top Rank, el kazajo reafirmó su posición como uno de los campeones más completos de la actualidad.
Ngamissengue, de 29 años, mostró valentía desde el inicio, pero rápidamente quedó en evidencia la diferencia de niveles. Al cierre del primer asalto, una combinación limpia envió al retador a la lona. Aunque el árbitro pareció dudar sobre si había sido un desliz, la prolongada rodilla en el suelo obligó al conteo.
A partir de ese momento, Alimkhanuly tomó completo control del combate. Con un jab afilado, manejo de distancia y una lectura impecable del ritmo, mantuvo a Ngamissengue a su merced. En el tercer round, un gancho de derecha estremeció al congoleño, que empezó a mostrar señales de desgaste físico y técnico.
Ngamissengue intentó cerrar la distancia, pero su falta de potencia y velocidad lo condenaron ante un campeón que supo cómo neutralizarlo desde todos los ángulos. El dominio de Alimkhanuly se tradujo no solo en golpes efectivos, sino en un control total del ring gracias a su desplazamiento y precisión quirúrgica.
La definición llegó en el quinto asalto, cuando Alimkhanuly conectó dos izquierdas consecutivas que cambiaron por completo el rumbo del combate. El segundo impacto, particularmente devastador, hizo que la cabeza de Ngamissengue se sacudiera violentamente antes de que se desplomara contra las cuerdas. Aunque logró incorporarse, su esquina subió al ring para detener la pelea.
Con esta victoria, Janibek Alimkhanuly amplió su récord invicto a 17-0 con 12 nocauts, mientras que Ngamissengue sufrió su primera derrota como profesional, quedando con marca de 14-1 (9 KO). El kazajo continúa su camino como monarca unificado, y las miradas ahora apuntan a una posible unificación total ante Carlos Adames (WBC) o Erislandy Lara (WBA).
Más allá del desenlace, la pelea dejó clara la necesidad de rivales de mayor calibre para Alimkhanuly. Ngamissengue nunca escatimó en coraje, pero no tuvo respuesta ante el ritmo ni la precisión del campeón. La diferencia entre un retador valiente y un contendiente de élite quedó expuesta sobre el ring de Astana.
En la misma cartelera, Sultan Zaurbek retuvo su título WBA Continental del peso superpluma tras vencer por decisión a Azinga Fuzile. Tras un inicio cauteloso, Zaurbek impuso su agresividad en los asaltos finales, neutralizando el estilo contragolpeador de su rival. Con actuaciones como la de esta noche, el boxeo kazajo demuestra que su presente y futuro están en buenas manos.