La Selección Mexicana cumplió con las expectativas y dejó atrás la sombra del fracaso al golear 4 - 0 a Honduras en el partido de vuelta de los Cuartos de Final de la Concacaf Nations League. En una noche inspirada en el estadio Nemesio Diez, el equipo dirigido por Javier Aguirre logró remontar el 2 - 0 en contra del duelo de ida y avanzó a semifinales, asegurando también su participación en la próxima Copa Oro.
Desde el silbatazo inicial quedó claro que México estaba decidido a cambiar la historia. Javier Aguirre, quien había sido duramente criticado tras la derrota en San Pedro Sula, realizó ocho cambios en el once inicial dejando en la banca a figuras como Guillermo Ochoa, Jorge Sánchez y Luis Chávez. Esta arriesgada decisión rindió frutos rápidamente, pues el Tri tomó el control absoluto del partido.
A pesar del dominio, la ansiedad crecía con cada oportunidad fallida. En apenas 10 minutos, México ya había generado varias llegadas claras, pero el gol no llegaba. La presión se mantuvo hasta que finalmente al minuto 42, Raúl Jiménez rompió el cerrojo con un remate dentro del área. Este tanto no solo tranquilizó a la afición, sino que inyectó confianza en un equipo que comenzaba a encontrar su mejor versión.
El partido, sin embargo, no careció de tensión. Tras el silbatazo que marcaba el final del primer tiempo, un intercambio de empujones entre jugadores de ambos equipos generó un momento de incertidumbre, aunque el incidente no pasó a mayores. La rivalidad, que había sido evidente desde el primer choque en San Pedro Sula, seguía viva en cada jugada.
Para la segunda mitad, México salió decidido a finiquitar la serie. Honduras, visiblemente afectado por la altura de Toluca, apenas podía contener las acometidas del Tri. Fue entonces cuando Aguirre decidió darle minutos a Henry Martín, quien había sido relegado en el partido de ida. El delantero del América no desaprovechó la oportunidad y al minuto 72 marcó el 2 - 0 con un disparo certero que encendió al público.
Con la ventaja y el control absoluto del partido, México no bajó el ritmo. Al 85, Jorge Sánchez, otro de los jugadores que buscaba redimirse tras un desempeño cuestionado en el primer encuentro, anotó el tercer gol, dejando a Honduras sin posibilidades de reaccionar.
Ya en tiempo de compensación, Henry Martín selló la goleada con un penal ejecutado de manera impecable. Con este tanto, el marcador final reflejó no solo la superioridad de México, sino también el espíritu combativo que tanto había pedido Aguirre. "Me importan los guerreros, no los nombres", había dicho el técnico, y su equipo respondió en la cancha.
Con esta actuación, el Tri no solo avanza al Final Four donde estará con Estados Unidos, Panamá y Canadá, sino que también envía un mensaje de que este proyecto tiene potencial. La afición, que llegó con dudas al Nemesio Diez, se fue con la satisfacción de haber visto uno de los mejores partidos del equipo en los últimos años. Ahora, el reto es mantener este nivel y seguir demostrando que México está para grandes cosas.